Hace medio milenio la humanidad agrandó su comprensión de sí misma. La percepción de nuevas tierras, la llegada de hombres procedentes de mundos ignotos a las tierras americanas, representó un cambio en todas las concepciones del universo existentes entonces. Hoy día pensamos con categorías y criterios que en 1492 no existían. Somos ciudadanos de un mundo que nació hace medio milenio.
El descubrimiento de América significa quinientos años de relaciones entre pueblos y geografías. América y Europa han sido protagonistas de una creación histórica, que 500 años después muestra logros y vacíos, éxitos y cuentas pendientes. En ese trayecto la Península Ibérica ha jugado un papel mundialmente reconocido: quiso alguna vez hacer de América un espejo de su proyección cultural y material, aunque en ese desafío sus pueblos mismos se transformaron, se adaptaron, se hicieron también ellos espejo del Nuevo Mundo.
VV.AA. América entre nosotros, 1492-1992. 500 Centenario, Edimundo S.A. Madrid 1992, página 8.
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