martes, 3 de mayo de 2016

EL HOMBRE Y LA MÁQUINA

LAS CONSECUENCIAS DE LA SOBREPRODUCCIÓN
A medida que la máquina se perfecciona y destruye el trabajo del hombre con una rapidez y precisión incesantes y crecientes, el obrero, en lugar de prolongar su descanso en la misma medida, redobla su esfuerzo, como si quisiera rivalizar con la máquina. ¡Oh, competencia absurda y asesina!
Para dar curso libre a la competencia entre el hombre y la máquina, los proletarios han abolido las sabias leyes que limitaban el trabajo de los artesanos de los antiguos gremios y han suprimido los días festivos.


Paul Lafargue,  El derecho a la pereza, (1880, nueva edición de 1883),
Madrid, Maia Ediciones, 2015, página 58.

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