viernes, 30 de octubre de 2015

EN POLÍTICA NO SE DEBE DECIR JAMÁS (II)

http://dbe.rah.es/biografias/10238/juan-prim-y-prats
Lo curioso de esta frase es que es tan popular en España como en Francia, puesto que fue utilizada casi cuatro años después por el general don Juan Prim, también en el Parlamento. Expulsada Isabel II de su trono, los españoles buscábamos un rey. Como es sabido, se barajaron distintas candidaturas e incluso se habló de la restauración de los Borbones en la persona del príncipe Alfonso, el que luego sería Alfonso XII. Juan Prim, que era el árbitro político en aquel momento, ante esta insinuación quiso desvanecer cualquier suspicacia y dijo: "La Restauración de Don Alfonso: jamás, jamás, jamás".

Los tres célebres jamases se popularizaron por aquellos años y se revelaron tan poco proféticos como los "jamases" de Eugène Rohuer. Efectivamente, el 16 de noviembre del mismo año, las Cortes elegían a Amadeo de Saboya para rey de España. El 27 de diciembre era asesinado el propio Prim y Amadeo duró muy poco en el trono que el general le había regalado. Vino la República y cayó ésta, con el pronunciamiento de Sagunto el 29 de diciembre de 1874: la Restauración en la persona de Alfonso XII era un hecho y el 14 de enero de 1875 entraba triunfalmente como rey un Borbón, en aquel Madrid donde se habían pronunciado los tres célebres "jamases".

Néstor Luján, Cuento de cuentos, Origen y aventura de ciertas palabras y frases proverbiales, 
Barcelona, Círculo de Lectores, 1995, página 113.

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