ECONOMÍA Y JUSTICIA: UNA RELACIÓN LEJANA

¿POR QUÉ ESTÁ TAN MAL REPARTIDA LA RENTA EN EL MUNDO?

Las causas no solo tienen raíces económicas, sino también culturales. Siglos atrás, China era una de las potencias más avanzadas de su tiempo, como también lo había sido Egipto. Estos países conquistaban otras tierras por medio de guerras y así iban acumulando riqueza. Pero con el paso del tiempo llegaron otros motores de crecimiento distintos de la invasión de otros países. Cuando llegó la Revolución Industrial y hubo que invertir en máquinas, algunos países tenían unas mejores instituciones para hacerlo que otros. Por ejemplo, comprar una máquina y empezar a producir en la Inglaterra del siglo XVIII era más fácil y más seguro que en otros países, porque había una estructura legal que lo permitía y lo fomentaba. Hacer esto mismo en algunos países de África hoy, con las tensiones políticas y sociales que los caracterizan, es mucho más complicado (...)

A menudo el mayor o menor desarrollo de un país ha tenido que ver con sus circunstancias internas. Pensemos en Corea del Sur. En 1960 tenía la misma renta per cápita que la República de Chad, uno de los países más pobres del planeta. Ahora, la renta per cápita de Corea del Sur no solo es 20 veces más alta que la de Chad, sino que supera la de España. Y eso que Corea del Sur es un país con recursos naturales muy escasos. El desarrollo, por tanto, tiene mucho que ver con cómo funcionan los gobiernos, las instituciones y la educación. Estos son los factores más importantes que explican por qué la renta está distribuida como lo está.

Otro ejemplo. A principios del siglo XIX, Argentina y Australia eran dos economías más o menos iguales, con recursos naturales similares. En la actualidad, Australia es uno de los países más ricos del mundo, mientras que Argentina se ha quedado muy atrás, perjudicada por sus desastres institucionales, la corrupción política, las instituciones mal diseñadas, etc. Esto ha provocado que la renta per cápita haya divergido entre los dos países enormemente durante el último siglo.

Jorge Juan, Economía de urgencia, Barcelona, Ariel, 2013, páginas 39 y 40.