lunes, 31 de marzo de 2014

HITLER Y SU OPCIÓN (I)

No es posible formular un juicio justo sobre una figura pública que ha alcanzado las enormes dimensiones de la de Adolfo Hitler mientras no tengamos ante nosotros, íntegra, la obra de toda su vida. Aunque las malas acciones no pueden ser condenadas por posteriores actuaciones políticas, la Historia está repleta de ejemplos de hombres que han escalado el poder valiéndose de procedimientos feos y crueles, y hasta espantosos, pero que, sin embargo, al apreciar su vida en conjunto, se les consideró como grandes figuras cuyas vidas han enriquecido los anales del género humano. Tal puede suceder con Hitler.
Esa visión total nos está vedada hoy (1). Aún no podemos decir si Hitler será el hombre que desencadenará de nuevo sobre el mundo otra guerra en la que la civilización sucumbirá irremisiblemente o si pasará a la Historia como el hombre que restauró el honor y la paz de espíritu de la gran nación germánica y la reintegró serena, esperanzada y fuerte a la cabeza del círculo familiar europeo. Es sobre este misterio del futuro sobre el que la Historia se pronunciará. Baste decir que ambas posibilidades están abiertas en el momento presente. Y pues la Historia está sin terminar, porque sus más azarosos capítulos no han sido escritos aún, nos vemos obligados a tratar de la parte sombría de la carrera y la obra hitleriana, sin olvidar la posibilidad de una alternativa luminosa ni cesar de esperarla.

(1) Escrito en 1935.
Winston Churchill, Grandes contemporáneos, 
Barcelona, Ediciones Orbis, 1982, páginas 192 y 193.

1 comentario:

  1. http://www.rtve.es/noticias/20140407/activistas-prorrusos-toman-edificios-oficiales-este-ucrania/912681.shtml

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