El Pontificado de León XIII fue eminentemente nuevo en el campo de la política social. La preocupación por las dificultades sociales nació en él, probablemente, durante su estancia en Bélgica, en donde llegó a contacto con una realidad social totalmente nueva, la del trabajo operario y el de los sufrimientos que el progreso lleva en sí. Preparada mediante un intenso debate en el seno del mundo católico, la encíclica Rerum Novarum, publicada por León XIII en el 1891, fue acogida con entusiasmo y estupor, porque comprometía a la Iglesia en una lucha en favor de una concepción más humana del trabajo, en la protección del proletariado y en la perspectiva de desarrollo social, que fuese condicionado a las leyes morales y religiosas. Era una verdadera y propia teoría, que se acompañó de una estrategia política de promoción del asociacionismo católico, determinando el nacimiento de una tupida red social y laica, pero estrechamente unida a las parroquias y a las diócesis, que intentó quitar al movimiento socialista la hegemonía de las luchas sociales, en Italia y en el resto del Occidente.
Pontificia Administración de la Patriarcal Basílica de San Pablo, Los Papas. Veinte siglos de Historia, Roma, Libreria Editrice Vaticana, 2002, pág. 144.
No hay comentarios:
Publicar un comentario