martes, 7 de enero de 2014

REPÚBLICA DE WEIMAR

Un poco más adelante, por Unter den Linden, el bulevar desembocaba en una de las ubicaciones geográficas más importantes de la literatura alemana del siglo XX: Alexanderplatz, donde Alfred Döblin ambientó su famosa novela Berlín, Alexanderplatz,de 1929. La obra no solo pinta un vasto retrato de la mala vida en el auténtico centro físico de Berlín, sino que se mantiene aún hoy como una de las principales novelas aparecidas durante la república de Weimar, aquella edad de oro alemana entre las dos guerras mundiales, cuando el país experimentó una revolución creativa y se afianzó como el gran innovador artístico de su época. Mucho de lo que germinó durante la República de Weimar (las colaboraciones entre Brecht y Weil, los densos Bildungsromans de Thomas Mann o los visionarios largometrajes de la primera época de Fritz Lang) era extremadamente vanguardista y en gran parte llegó a redefinir el paisaje artístico mundial. La llegada del nazismo a finales de los años veinte fue la pesada bota que aplastó ese breve y fugaz interregno de alocada libertad creativa y de relajación de las costumbres. 

Douglas Kennedy, El momento en que todo cambió, 
Barcelona, Planeta, 2011, página 125.

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