lunes, 4 de febrero de 2013

PRIM

Ver de cerca a Prim me impresionó. Conversaba con dos militares de alta graduación, según deduje de sus uniformes. Él vestía de paisano. Era enjuto y más bien bajo, tenía el rostro alargado y la piel cetrina y curtida. Algunas canas resaltaban en su cabello negro y su calvicie era más que incipiente; tenía la barba canosa y cuidada con esmero. Los ojos negros, no muy grandes, y su mirada, aunque meláncolica, era penetrante. En la frente se veía una arruga muy pronunciada...

José Calvo Poyato, Sangre en la calle del Turco,
Barcelona, Plaza-Janés, 2011, páginas 130 y 131.


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